Con el inexorable paso del tiempo suelen aparecer pequeños desperfectos en los muebles o puertas de madera, como rayazos o manchas. Para arreglar estas imperfecciones o renovar su aspecto, seguramente hayas pensado en lacarlas o pintarlas.
Ambas opciones son una manera sencilla y económica de darles una nueva vida, pero… ¿cuál de estas dos alternativas es mejor? En este nuevo artículo que hemos preparado desde Lacados Miño, S.L. daremos respuesta a esta cuestión. ¡Sigue leyendo!
Diferencias entre lacar y pintar
Antes que nada conviene conocer perfectamente las diferencias entre estos dos conceptos que en ocasiones se usan indistintamente como sinónimos de manera errónea, así podrás sacar tus propias conclusiones y tomar la decisión que estimes oportuna.
Cuando hablamos de lacar, nos estamos refiriendo a aplicar varias capas de laca o esmalte, con el fin de lograr un acabado de liso, suave y brillante, como si el mueble, o puertas de madera en el caso que nos atañe en este artículo, fuesen totalmente nuevas. Por otro lado, pintar es un proceso más sencillo en el que se usa pintura, como su propio nombre indica, en vez de esmalte. La calidad del resultado final es más rugosa y menos duradera.
El motivo por el que el lacado ofrece un mejor desempeño está en que se trata de un método algo más complejo. En primer lugar, debemos de lijar varias veces la superficie de la puerta en cuestión, para posteriormente utilizar productos de imprimación. Una vez la madera se halle completamente lisa y sin imperfecciones, es cuando se usa una pistola específica con un determinado color para aplicar el lacado. De esta manera se evita que queden marcas o huellas en la pintura. Por último, hemos de añadir que el secado del lacado es muy rápido, impidiendo así que se adhieran polvo u otras impurezas.
Es cierto que antaño el lacado era una opción no tan demandada porque los esmaltes utilizados eran de peor calidad y la pintura se podía agrietar ante los golpes o su limpieza era más complicada. Sin embargo, con la llegada de los esmaltes acrílicos se han resuelto muchos problemas. Además, si optamos por lacar podemos escoger entre diferentes niveles de acabados, como por ejemplo: brillo, satinado o mate.
¿Qué es mejor?
Como puedes comprobar, el lacado supone una opción más profesional, duradera y de calidad que el pintado. A pesar de que su coste es ligeramente superior, la inversión se amortiza sobradamente tanto a corto como a medio y largo plazo.
Ahora bien, para que este proceso salga a la perfección, conviene que lo ejecute una empresa especializada como Lacados Miño, S.L. En nuestras instalaciones en San Cibrao das Viñas (Ourense) contamos con la maquinaria más avanzada del mercado para satisfacer las demandas de todo tipo de cliente, desde pequeños encargos hasta otros de gran magnitud.
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